Ancamptis x gennarii
R. Lopes (1981)
nothosubsp. subpapilionacea
(R. Lopes) H.
Kretzschmar, Eccarius & H. Dietr. (2007)
Híbrido entre
Anacamptis morio subsp. champagneuxii x Anacamptis papilionacea subsp. expansa
Sinonimia
Orchis xgennarii [nm.] subpapilionacea
R. Lopes
(1981)
(Orchis morio subsp. champagneuxii
x Orchis papilionacea subsp. grandiflora)
Familia
ORCHIDACEAE – Orquidáceas
Floración: Marzo
a Mayo.
Ecología: Herbazales
en claros de matorral, márgenes de bosques. Indiferente al substrato se desarrolla
tanto sobre calizas como sobre substratos silíceos; en suelos de secos a
temporalmente frescos, en lugares desde a plena luz a ligera sombra.
Rango
altitudinal: 0 – 1.340 m.
Distribución: Región Mediterránea W. Se ha citado de la Península Itálica, el SE de
Francia y la Península Ibérica.
De dispersión escasa dentro
de nuestro territorio, ha estado localizada en Albacete, Badajoz, Cádiz,
Granada y Málaga.
Discusión: En el caso que nos ocupa, creo que el origen híbrido
de esta especie está bastante claro. En las fotos que se presentan aquí se
denota la clara influencia de Anacamptis morio subsp. champagneuxii que ha transmitido particularmente su básica coloración obscura, el
ancho espolón y el plegado hacia abajo de los lados del labelo. De Ancamptis
papilionacea subsp. expansa,
ha heredado el contorno redondeado del labelo y el débil franjeado del mismo,
la forma del casco ligeramente abierta y la disposición del espolón de plano a
levemente deprimido.
Observaciones: Según
las Reglas Internacionales de Nomenclatura
botánica, el origen de un híbrido es “el
resultado de la fecundación de un vegetal de una especie cualquiera por otro
vegetal perteneciente a otra especie”. Si continuamos con dichas Reglas, “los
híbridos entre especies de un mismo género se designan por una fórmula y,
cuando se considera útil o necesario, por un nombre”. Si se trata de híbridos sexuales, la fórmula
consiste en los nombres de ambos progenitores dispuestos por orden alfabético y
unidos por el signo “x” (Orchis morio x Orchis papilionacea). Si el híbrido se designa con un nombre, éste está
sujeto a las mismas reglas que los nombres de especies. El nombre es, por lo
tanto de tipo binomial y se distingue del nombre específico porque el nombre
del género va precedido del signo “x” (x Orchis gennarii). Si el supuesto híbrido es
tenido después por especie
pura, la expresión binomial irá
acompañada del nombre del autor que la formó, convirtiéndose a la forma
siguiente (Orchis
x gennarii R. Lopes).
Os explico estos tediosos
temas para que conozcáis el
peculiar origen de las formas
híbridas y como está regulada la formación de su epíteto.
Todo ello hace que resulte
tan atractivamente interesante el estudio de las formas híbridas, mucho más
teniendo en cuenta que cuando contemplamos una especie híbrida estamos ante una manifestación in situ de la
evolución de las especies, estamos
contemplando la posible formación de una futura especie más estable y adaptada
al medio, incluso en algunos casos dichas formas híbridas llegan a adaptarse
tan perfectamente al medio, llegan a ser tan eficaces, que pueden desplazar y
absorber las poblaciones de sus parentales y eliminarlos definitivamente. Estos
asuntos son, a mi entender, el emocionante y verdadero valor del estudio de las
especies híbridas.
Muy buena esta entrada, no solo por la especie que es preciosa, sino por el trabajo y el comentario sobre los hibridos, muy bien documentado. Te felicito. Un abrazo
ResponderEliminarCoincido con Conchita, enhorabuena por el hallazgo.
ResponderEliminarMuchas gracias por esta información tan completa, enriquecedora y bien ilustrada.
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